Lo "normal" hoy en día es llevar a los niños a la guardería con 4 meses, un año como mucho. Y los papás, a producir para que siga engordando el Capital. Entiendo que estos "aparcamientos infantiles" son una buena solución para los padres que trabajan, al menos a corto plazo. Pero no es, en absoluto, bueno para los bebés. Está más que demostrado científicamente que, hasta los 2 ó 3 años, lo que necesitan es atención total (una cuidadora con 15 bebés, lo veo difícil), un entorno seguro y el amor y la cercanía de sus padres. Por eso me rebelé contra la norma existente y pasé olímpicamente de llevar a Leo a la guardería. Cada dos por tres alguien me pregunta "¿pero lo llevas ya a la guardería?", como si no hubiese más opciones. Pero las hay: excedencia, reducción de jornada,... Cuestan dinero, sí, pero también las guarderías. Y además son sólo 3 años, y lo haces por tu hijo.
Hasta aquí lo he tenido muy claro. Pero ahora se acerca el momento de buscar colegio (en abril ya), y me ha dado por pensar en el asunto. Yo creía que esto era inapelable, lo que tocaba hacer: a los 3 años, al cole. Y resulta que no. Hay varias alternativas que desconocía, así que me he estado informando. Porque saber nos hará libres...
1.- En Finlandia la educación obligatoria comienza a los 7 años. Pero allí de verdad. Hay guarderías y centros de cuidado familiar (con 4 ó 5 niños por cuidador), pero se potencia que sea la madre (o padre) quien cuide del niño hasta esa edad, con ayudas económicas reales. Por lo tanto, con 7 años, la mayoría de los finlandeses no sabe leer (horror!), pero en dos años ya lo hacen mejor que los españoles de su edad. El famoso informe PISA pone su nota más alta al sistema educativo finlandés. ¿Tendrá que ver esa larga etapa en el nido: sin obligaciones, sin madrugones, sin tener que aprender las letras y los números y a pintar dentro de los márgenes?
2.- Pero yo vivo en España. ¿Qué alternativas tengo? El sábado participé en una charla sobre la educación alternativa en mi ciudad (Zaragoza). La organizaron unos estudiantes de magisterio y fue muy interesante, porque vinieron padres que han optado por otros caminos al margen de la escolarización reglada y contaron sus experiencias.
La primera en hablar fue una madre de tres hijos, que ahora tienen 12, 10 y 6 años. Ella vive en un barrio rural, casi un pueblo, y sí que escolarizó a su primer hijo. La escuela del barrio era pequeña, con niños de distintas edades estudiando juntos... El ambiente le gustaba, pero dice que el niño se empezó a aburrir. Porque no nos engañemos. En el colegio también juegan, pero no hay demasiada libertad. Tienen su hora de pintar, su hora de correr, su hora de los disfraces, y al que se sale de ahí lo ponen "a pensar". Un maestro no puede dejar a su aire a 25 pipiolos, lo entiendo, pero no me gusta la disciplina en niños de 3 y 4 años. El caso es que esta madre, maestra de formación, decidió dejar de trabajar por cuenta ajena y empezó a educar a sus hijos en casa, o en familia como prefiere llamarlo. Respeta sus ritmos, les deja leer, cocinan juntos, salen a pasear por el campo... y también estudian, claro. Para evitar problemas legales, los tiene matriculados en la escuela a distancia Clonlara. La matrícula le cuesta unos 600 euros para los 3 niños. En teoría me parece una fórmula fantástica, pero creo que no es una opción buena para mí. No me veo capaz de enseñar materias a un niño de 10 años, y menos todavía de ser objetiva con mi propio hijo. Tampoco me gustaría dejar de trabajar por completo, necesito mi pequeño margen de autorrealización en campos más allá de la crianza.
También hay un grupo de padres que han montado una Escuela de Pedagogía Waldorf en Zaragoza. Se llama O farol, y tiene unos principios muy interesantes: tolerancia, libertad, democracia, desarrollo de la autoestima y de la empatía... Digamos que no se dedican a meterles conocimientos con embudo, sino que respetan el ritmo de cada niño y trabajan la cabeza sin descuidar el corazón. Esto ya vale más pasta, la verdad, y aunque la teoría también me gusta mucho, no me acabó de convencer para mi hijo. Yo defiendo la escuela pública, como derecho universal, y creo que estos valores deberían aplicarse allí. Esto no deja de ser un colegio privado que pocos se pueden permitir y, por lo tanto, elitista. De hecho, está dentro de una urbanización bastante pija de Zaragoza. Me parece una buena opción para padres con recursos que no estén de acuerdo con la escuela tradicional, pero no para mí.
Por último, hablaron varios padres que simplemente no han escolarizado a sus hijos porque no es obligatorio hasta los 6 años, y que se lo están pensando. Cuando llegó el momento, a los 3 años, se preguntaron por qué, para qué iban a meter a sus niños 7 horas en un colegio, cuando podían arreglarse para estar con ellos. Vamos, como el modelo finlandés pero sin suvenciones. No querían obligar a sus hijos a entrar tan pronto en las rutinasy disciplinas de la vida. Se levantan a la hora que quieren, de buen humor, corren y saltan como les da la gana, y no saben escribir. A veces les flaquea la voluntad, como cuando ven a primos y amigos de su edad desplegando sus conocimientos "escolares": sumar, restar, leer... Pero luego recuerdan que quieren otra cosa, quieren que se desarrollen como personas y, sobre todo, que sean felices. Los objetivos académicos son secundarios.
Esta opción sí que me atrae, la verdad. Casa muy bien con mi manera de pensar. Pero todavía es pronto para decidirme. La verdad es que veo a mi hijo con muchas ganas de aprender, de imitar, de conocer niños y maestros... Creo que a Leo le gustará el colegio tradicional y sus estímulos. Así que lo matricularé en abril. Buscaré un colegio público en el que entiendan que son sólo niños y donde respeten sus ritmos, a ver si hay suerte. El resto de los valores se los transmitiremos su padre y yo, que para eso estamos. Y si cuando empiece el cole no me gusta lo que le enseñan o no le gusta a él, pues entonces me lo volveré a traer a casa hasta que estemos preparados.
Espero que estas reflexiones os hayan sido útiles. Siempre hay más de una manera de hacer las cosas. Lo importante es informarse bien y elegir con conocimiento de causa lo que mejor se adapte a nuestras necesidades.
5 comentarios:
Está bien saber que hay otras opciones pero no sé, a mí no me terminan de convencer. Ya nos contarás si cambias de parecer.
Para que veáis cómo se las gastan en Suecia con la educación en casa. Vergonzoso...
http://www.juandemariana.org/comentario/4821/secuestro/legal/nino/
Me encantó!!
Te lo tomo para http://lacasadelasmamas.wordpress.com/, si te molesta me dices y lo retiro :)
Una buena opción :), también ha sido la mia :)
Un abrazo!!
Me ha encantado tu reflexión. Mi hijo tiene 14 meses, aún es pronto para pensar en nada de esto... pero ciertamente es una opción lo de no escolarizarle con 3 años (de hecho, mi hijo no tendría los 3 años cumplidos), a mi tampoco me convence demasiado.
Hola Cristina,
No te quiero agobiar con el tiempo, que al fin y al cabo es el que es, pero lo que dices de "Pero todavía es pronto para decidirme" yo creo que no... cuanto antes tengas claro todas las opciones que hay, y sobre todo cuales te convencen y cuales no menos agobios tendras cuando llegue el momento.
Como tu muy bien dices yo no descartaria ninguna, la waldorf creo que no es tan cara y lo de que este en una urbanizacion pija es un juicio, yo les daria una oportunidad, aunque dese luego si encuentras un cole publico cerca de tu casa, que tenga una pedagogia que te encaje, esa es la mejor opcion.
Un abrazo,
Eva
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