viernes, 25 de noviembre de 2011

El país de las mujeres



Cuando al terminar un libro en la intimidad de tu sofá te pones a aplaudir, suavemente, pero sin poderlo evitar, es porque ha pasado algo grande. Porque la historia te ha conquistado por completo, porque las palabras te han hecho vibrar, incluso llorar, porque te deja un gusto dulce en la boca, porque te invita a seguir soñando, porque te apetece recomendárselo a todo el mundo.

Gioconda Belli es una escritora nicaragüense a la que me encantaría poder llamar ahora mismo por teléfono para felicitarla. Es poeta, y se le nota en las frases redondas, sensuales, perfectas. Es mujer, y eso se le nota en todo lo demás.

Las novelas con experimento sociológico incluido siempre me han fascinado, más aún después de unas elecciones ¿Qué pasaría si nos quedáramos todos ciegos? ¿Y si todos votáramos en blanco? Si Saramago era el Maestro, Gioconda es la Suma Sacerdotisa.

Imaginaros un país gobernado por mujeres, desde una perspectiva femenina. No dan un golpe de estado ni nada por el estilo. Eso es cosa de hombres. Ellas ganan las elecciones por mayoría, en un pequeño y ficticio país centroamericano cansado de corrupción, machismo y violencia. Todos los partidos son iguales, todos del mismo género (el masculino), aunque tengan mujeres en sus filas. Y ellas apuestan por un camino alternativo: cuidar el país como las madres cuidan a sus hijos; limpiarlo y ordenarlo, lo que mejor saben hacer las mujeres desde hace siglos. En lugar de hacerse las machotas para alcanzar el poder, se dedican a extremar lo femenino, siempre tan denigrado. Nosotras mismas nos encargamos de alimentar nuestro pequeño juez masculino en el fondo del cerebro, que nos recuerda que somos "hijas de Eva: pecadoras; hijas de mala madre: putas; hijas de la Barbie: idiotas; hijas de la Virgen María: niñas decentes..." Modelos femeninos planos, de una sola dimensión, a los que nos condenamos y nos condenan.

Tenemos que despertar, hembras del mundo. Tenemos que querernos un poco más y ver de lo que somos capaces. Siempre han mandado ellos fuera de la casa, pero viendo como está el percal no lo han hecho demasiado bien, ¿no? Ésta es la premisa del Partido de la Izquierda Erótica, como bautizan a su formación. Para que quede bien claro que son locas, putas e izquierdosas.

¿Y cómo gana un partido así las elecciones presidenciales, y por mayoría? Sobre todo en Centroamérica, con su machismo trasnochado. En aras de la verosimilitud, la autora añade una erupción volcánica cuyos gases reducen la testosterona de todos los machos del país. Porque está claro que si no habrían cogido las armas y se acabó el invento. Me pregunto si hay algún producto que pueda echarse en el agua corriente para reducir la puñetera hormona masculina...

Con miles de mujeres esperanzadas en una nueva propuesta, original y atrevida, y con los hombres con el rabo entre las piernas, el PIE arrasa en las elecciones. Mientras dura el efecto del volcán, el Parlamento es suyo y le dan la vuelta al país. ¿Por qué no hay igualdad? "La maternidad en todo el mundo está penalizada; la mujer es penada por quedar embarazada, por parir y por cuidar a los hijos. Y es que entramos en el mundo del trabajo, pero el mundo del trabajo no se adaptó a nosotras" Y continúa reflexionando la presidenta Viviana Sansón: "Si las mujeres hubiéramos organizado el mundo, el trabajo no estaría segregado de la familia, estaría organizado alrededor de la familia: habría guarderías maravillosas y gratis en los propios centros de trabajo. Podríamos estar con los hijos a la hora del café. Nos llevarían los bebés para que les diéramos de mamar. Nos darían bonos productivos por cada niño que trajéramos al mundo". ¡Sería fantástico!

Pero en las primeras reuniones de gobierno, las mujeres se cohiben delante de los hombres experimentados, porque nos llevan siglos de ventaja de acceso a la cultura y al poder. Por eso, Viviana decide instaurar una genocracia provisional: todos los puestos de la administración los ocuparán mujeres durante seis meses, incluido el ejército y la policía. Así cogen confianza en sí mismas, sin la mirada condescendiente o reprobatoria de los expertos varones. Los hombres son enviados a sus casas con su sueldo para que aprendan lo dura que es la vida doméstica y puedan ponerse en el pellejo de sus esposas. Montan incluso un reality show, un concurso donde se ve lo mal que se apañan algunos en su nuevo papel de amos de casa a tiempo completo. "Se le va a uno la vida en eso", dice un concursante. "No da tiempo ni a pensar". "Eso de decidir qué cocinar los tres tiempos, día tras día, me mató", dice otro.

Otra polémica medida del gobierno del PIE es la de pasear un día a la semana a los violadores dentro de unas jaulas, para que pasen vergüenza. Y les tatúan una pequeña V en la frente para que nadie olvide lo que son, a lo Lisbeth Salander. Se toman muy en serio la violencia contra la mujer. Si la víctima acude a desdecirse, va presa también, y a ambos los mandan a reeducarse en el respeto. Ya no los pierden de vista.

Por supuesto, la mayor revolución es la educativa. Entre otras muchas cuestiones, implantan una asignatura de maternidad para chicos y chicas.

Podría seguir, pero entonces os cuento todo el libro. Mejor que lo leáis vosotr@s, os va a encantar.

Con esta España que nos hemos encontrado vestida de azul, con su camisita y su canesú, esta novela es un buen remedio para no dejar de soñar con otro mundo mejor, más justo, donde la gente tenga oportunidad de ser feliz. Sólo necesitamos unas buenas lideresas, en todos los países de la Unión Europea, y un volcancito que nos eche una mano. Aquí haría falta además un buen terremoto que derribe la ley d´Hont desde los cimientos, claro.

Mil gracias a Gioconda Belli por estas páginas que reafirman en mi fe en las mujeres. Me despido con el lema del PIE:

YO BENDIGO MI SEXO

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Marrana lo serás tú

¡Sorpresa! Vuelvo a escribir, aunque después de tanta sequía no sé si me leerá nadie. La indignación y la necesidad de desahogo no violento me ha traído de nuevo hasta aquí.

He leído hoy una noticia (de ayer) sobre la red de salas de lactancia que está promoviendo la Asociación "3ymás" en Zaragoza y que pretenden ampliar por toda España. No soy yo muy partidaria de crear rincones apartados para que coman los niños (que de eso se trata), pero entiendo que muchas madres se cortan en público, y que muchos bebés se alborotan si ven gente. Además, estas salas permiten cambiar los pañales en condiciones, que menuda odisea es limpiar una caca fuera de casa. A veces es más higiénico para el crío dejarlo todo cagado que meterlo en ciertos baños.

Me ha gustado especialmente leer que un céntrico restaurante de Zaragoza ("La mafia se sienta a la mesa") ha adaptado la antigua zona de fumadores en una sala de juegos, para que los papás podamos salir a comer con nuestros hijos sin sufrir microinfartos cada cinco segundos ("no corras entre las mesas", "con el cuchillo no se juega", "no te tumbes en el suelo que te van a pisar" y otras escenas habituales).

Allí que estaba yo con mi alegría de saber que podré comer pizza tranquila un día de estos, cuando me ha dado por leer los comentarios a la noticia y se me ha esfumado el buen humor. Aquí os cito a la inefable Lauri:

"Yo estoy hasta las narices de estar comiendo en un restaurante y que la de la mesa de al lado se saque las tetas. Me parece muy poco decoroso. No iré a ese garito. Y lo que quiero es la lista exhaustiva de todos los friki-bares en los que van a permitir tamaña guarrada"

Qué simpática, ¿verdad? Por supuesto, he respondido al comentario enseguida. Pero como lo he hecho desde el móvil y se me ha actualizado la página o qué sé yo, se ha borrado y me ha dado pereza volver a escribirlo. Casi mejor así, porque no había sido nada elegante.

Por eso he vuelto al blog. Porque aún queda mucho subnormal suelto que no se ha enterado que las tetas son la COMIDA (y el consuelo) del niño. ¿Cómo puede parecerle una guarrada a nadie? A mí no me da asco ver comer a los demás en un restaurante. Bueno, a algunos sí, la verdad.

Así nos luce el pelo. Parece que somos un país muy avanzado, porque aquí las mujeres no vamos con burka y porque podemos divorciarnos y hacer topless. Pero en realidad estamos todavía en la Edad Media. Iba a decir en las cavernas, aunque luego he pensado que en esa época seguro que tenían menos prejuicios que ahora.

Mi esperanza es que algún día estas retrógradas sean una minoría minúscula (siempre las habrá), y hasta que llegue ese momento me esforzaré todo lo posible en escandalizarlas con mis pechos de madre al aire, orgullosos y libres de toda vergüenza.

jueves, 14 de julio de 2011

Quitando telarañas al blog

Pues eso. Que sólo me paso por aquí a quitar las telarañas, porque hace siglos que no escribo, ni leo ni me paseo por la blogosfera maternal. Ni siquiera miro el facebook. Por si alguien se lo preguntaba, sigo viva. Viva, pero ocupadíiiisima. El próximo sábado tengo examen parcial del máster y después tendré más de un mes de "libertad condicional". Podré leer, escribir, y lo que me apetezca. Mmmm.... No sé por qué novela empezar...
No sólo he estado ocupada estudiando. También he dirigido un cortometraje. Suena bien, ¿eh? Pues menuda paliza de trabajar. Estoy muy contenta con el resultado (a falta del montaje) y con todo el equipo, pero no sé si me meto en este jardín otra vez. En cuanto pueda, quiero investigar la relación entre los/las directores/as de cine y los hijos, porque a mi pobre Leo no le he visto mucho el pelo últimamente.

Bueno, ya me despido. Sólo quería disculparme por el abandono (temporal) del blog y deciros que os echo de menos.

Un beso...

lunes, 6 de junio de 2011

Habiba y la decisión desafortunada

Toda la blogosfera maternal arde de indignación con la historia de Habiba. Así que poco puedo añadir yo.
Sólo quiero decir una cosa:

DECLARO que el Instituto Madrileño del Menor es CAÓTICO y PERJUDICIAL PARA NIÑOS Y NIÑAS.

jueves, 2 de junio de 2011

Así entiendo yo la conciliación

El paraíso de la conciliación está en Noruega
(para ver la noticia en el sitio original pincha aquí)

MARÍA R. SAHUQUILLO 28/04/2011


Apoyo económico y social a las familias. La receta de los países nórdicos para fomentar la igualdad y la conciliación de la vida laboral y familiar pasa por invertir. Así ha conseguido Noruega incluso aumentar su índice de natalidad hasta los 1,95 hijos por mujer (de los más altos de Europa). Y todo ello acompañado de un progresivo ascenso de la mujer en el mundo laboral. En este país de 4,9 millones de habitantes, el 80% de las mujeres trabaja fuera de casa. Otro dato: el 44% de los puestos en los consejos de administración de sus grandes empresas está ocupado por mujeres. Un porcentaje forjado a golpe de legislación, a través de una polémica ley de cuotas.

La natalidad puede remontar si el Estado cumple su parte
El país da 125 euros por hijo y mes a las familias hasta que cumplen 18 años

Sin embargo, nada de eso hubiera ocurrido, advierte Arni Hole, directora general de Igualdad del Ministerio de Integración, Infancia e Igualdad, sin un amplio paquete de medidas de apoyo. Un mullido colchón social que incluye desde guarderías baratas hasta una prestación económica por hijo y la posibilidad real de elegir una jornada flexible.

Kristin Store tiene 36 años y hace solo seis meses que dio a luz a su primer hijo. Una rolliza niña que lo mira todo con unos ojos enormes. Esta diseñadora gráfica es madre soltera y cuando supo que estaba embarazada no se planteó otra cosa. "Me apetecía ser madre. No lo había sido antes por temas de pareja, pero no nunca tuve que escoger entre el trabajo y tener una familia", cuenta en un banco frente al Ayuntamiento de Oslo. De hecho, su empresa no la ha penalizado por ser madre soltera: antes de dar a luz le comunicaron que pasaba a encabezar un equipo de cinco personas.

Store se incorporará a su nuevo puesto a la vuelta de su extensa baja por maternidad. Otra de las políticas activas en materia de conciliación. En Noruega, la ley otorga a la madre 46 semanas de baja con el 100% del sueldo -o de 56 semanas con el 80%-, además de reservar 10 semanas solo para el padre. Un periodo que a partir de julio se ampliará 12.

El país estudia dividir la baja por nacimiento en tres partes: una para la madre, otra para el padre y otra a elegir por cualquiera de los dos. Un sistema dirigido a potenciar la participación masculina en el seno familiar que ya funciona en Islandia.

Kari Henriksen, parlamentaria del Partido Liberal, apoya esa nueva fórmula, que sustentan el resto de formaciones políticas y la confederación de empresarios. Henriksen cree que para que una sociedad avance hay que invertir en conciliación y dar un mayor papel al padre en el cuidado de los hijos. Una inversión, cree, que compensa al país. "Ahora son las mujeres, en su mayoría, quienes deciden escoger trabajar media jornada. Hay que equilibrar ese porcentaje", dice.

"Todas las medidas requieren esfuerzo. Cuando creamos el actual sistema de permisos de paternidad fue traumático para el sector privado. Muchos empresarios decían que no podrían prescindir dos meses y medio de los hombres. Ahora se acepta como normal", dice Hole, que no sabe si la receta noruega sirve para curar la desigualdad en todo el mundo. No hay que olvidar que el país escandinavo es de los más ricos del mundo, gracias al petróleo y los minerales.

Pero no todo es fomentar el reparto de tareas. También es importante la ayuda económica. Ese país otorga a las familias una prestación económica por cada hijo de 125 euros al mes, hasta la mayoría de edad.

Una ayuda a la que se añade un amplio programa de guarderías públicas y subvencionadas, con las que el Gobierno garantiza una plaza a todos los menores. Si se prefiere no llevar al pequeño al jardín de infancia, la familia tiene una prestación de un máximo de 5.000 euros por niño y año (hasta que cumplen tres). El equivalente a lo que costaría una plaza en esos centros. Y es que los padres pueden coger tres años de permiso sin sueldo para cuidar a los niños. Eso sí, entre la incorporación de la mujer al trabajo tras la maternidad y una nueva baja por nacimiento tienen que pasar seis meses.

Pero la conciliación llega hasta otros índices. La ley noruega da a los padres seis meses de permiso pagado si uno de sus hijos está hospitalizado. Además, todos tienen 20 días al año para quedarse en casa si sus retoños están enfermos.



miércoles, 25 de mayo de 2011

Segregación escolar

Leo va a entrar en el colegio este septiembre. Ya tiene un centro asignado, afortunadamente el que queríamos: público, cerca de casa, amplio y con profesores muy implicados. En este periplo de escoger centro, me he encontrado con muchos padres que se lamentaban por lo difícil que era entrar en el colegio que ellos querían. Casi siempre se trata de colegios concertados, la gente se pega por entrar en ellos. ¿Y por qué? ¿La gente se ha vuelto católica de pronto? Porque la gran mayoría son religiosos. Gracias a esto yo no he estado tentada ni un segundo de meter allí  a mi hijo.

En mi barrio, al menos, la realidad es la siguiente: en la misma zona escolar, la del centro de Zaragoza, "conviven" moros, negros y chinos con familias más o menos pudientes. Los muy ricos llevan a sus hijos directamente a la privada, así que no nos interesan para este estudio. Los demás deben escoger entre 4 públicos y 8 concertados religiosos (no es una cifra exacta, que no me apetece entrar en la horrible web de educación). ¿Adivináis dónde acaba cada uno? Efectivamente. En el colegio al que voy a llevar a Leo más del 30% son inmigrantes, y en el siguiente que tengo más cerca el porcentaje llega al 95%. Incluso el chino del restaurante, que es prácticamente español y que tiene una niña pequeña, me dijo que iba a mirar un concertado porque en esos públicos había muchos moros. No voy a entrar ahora en si retrasan o no al resto de la clase, que es una cuestión bastante principal. Quiero hablar de cómo la existencia de la escuela concertada se convierte en un instrumento de segregación.


¿Qué es exactamente un colegio concertado? Un colegio privado sostenido con fondos públicos. Por eso debe ser completamente gratuito, según marca la ley de Educación, que también vela por el equilibrio en la admisión de alumnos. Dos artículos que podéis leer detenidamente, para comprobar que no se cumplen en absoluto.



Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.



TÍTULO II.
EQUIDAD EN LA EDUCACIÓN.


Artículo 87. Equilibrio en la admisión de alumnos.
1. Con el fin de asegurar la calidad educativa para todos, la cohesión social y la igualdad de oportunidades, las Administraciones garantizarán una adecuada y equilibrada escolarización del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo. Para ello, establecerán la proporción de alumnos de estas características que deban ser escolarizados en cada uno de los centros públicos y privados concertados y garantizarán los recursos personales y económicos necesarios a los centros para ofrecer dicho apoyo.

Artículo 88. Garantías de gratuidad.
1. Para garantizar la posibilidad de escolarizar a todos los alumnos sin discriminación por motivos socioeconómicos, en ningún caso podrán los centros públicos o privados concertados percibir cantidades de las familias por recibir las enseñanzas de carácter gratuito, imponer a las familias la obligación de hacer aportaciones a fundaciones o asociaciones ni establecer servicios obligatorios, asociados a las enseñanzas, que requieran aportación económica, por parte de las familias de los alumnos. En el marco de lo dispuesto en el artículo 51 de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, reguladora del Derecho a la Educación, quedan excluidas de esta categoría las actividades extraescolares, las complementarias, y los servicios escolares, que, en todo caso, tendrán carácter voluntario.

¡Ja! Por lo que sé de la concertada, suele costar un mínimo de 200 euros al mes. Si alguien puede ser más específico, que deje un comentario, por favor. Uniformes, "donativos" (yo lo flipo), gabinetes psicopedagógicos, servicio de comedor y de guardería bastante más caros que en los colegios públicos, etc... El artículo 88, que debe garantizar la gratuidad de estos centros, no se cumple. Y esto nos lleva directamente al anterior: equilibrio en la admisión de alumnos. Si unos colegios son gratis del todo, y los otros sólo en teoría, ¿dónde acaban los niños con menos recursos? Voilá, todos en la pública. Estos "pequeños" gastos de la concertada son un alto muro que impide la entrada a los "menesterosos". Y por eso, porque se convierten en oasis de niños blancos, los padres sueñan con meter allí a sus hijos. Al no tener apenas población inmigrante con necesidades especiales (la mayoría tienen que aprender español, para empezar) el ritmo de los alumnos de la concertada es mejor.

Esto es tremendamente injusto. Si se cumpliera el artículo 87, si los alumnos con necesidades especiales se repartieran equilibradamente entre todos los centros sostenidos con fondos del Estado, la escuela pública tendría mejores resultados, los inmgrantes se podrían integrar de verdad y los niños españoles aprenderían a ser más tolerantes. Pero para eso, los concertados deben ser gratuitos, como marca la ley.

¡Abajo los muros! ¡Acabemos con esta segregación! ¡Eduquemos a nuestros hijos en la igualdad, no en el clasismo! ¡Quitémosle ese gran poder que aún mantiene la Iglesia Católica, el de moldear las mentes de la mayoría con el dinero de todos! ¡Que somos un estado laico!

El que quiera clasismo, que lo pague. Para eso están los colegios privados. No financiemos la segregación con fondos públicos. Democracia real ya.
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